¡Mucha Fibra Pendejos!
- 21 años en el ejército para que me vengan con esta mamada.
Esas fueras sus palabras. Luego vino la venganza.
El capitán Homero viene circulando en su vehículo y de repente, aparece junto a él una patrulla. El militar le hace un ademán con el brazo derecho a los policías.
Acto Seguido.
Los placas detienen al Capitán Homero.
-Soy capitán del ejército mexicano y tengo amigos importantes.
-Me vale madre quien sea usted.- responde el policía. -Nos va a acompañar.-
Al día siguiente, el militar busca al policía que lo metió a la cárcel y lo lleva al cuartel. Lo golpea. Lo amarra a la parte trasera de su auto. El vehículo empieza a dar vueltas sobre un terreno muy amplio sin pavimentar, arrastrando al policía. El pobre individuo empieza a sangrar.
El Capitán detiene su automóvil. Se baja a decirle algo al hombre bañado en sangre y casi inconsciente.
-Pinchi policía. Sólo tienes dos neuronas: La hüevona y la pendeja.
¿Cuál fue la que usaste cuando me llevaste a la cárcel?
No fue la hüevona, ¿verdad pendejo?
El policía no responde. El capitán Homero lo desamarra y empieza a patearlo. La cabeza del otro sólo se mueve de un lado para otro, como muñeco de trapo.
- Para la otra te mato, pinchi policía vale verga.
Se dice que los policías ya conocen la historia, y se quedan pensativos cada vez que alguien les menciona el nombre del Capitán Homero. Un hombre que siempre tiene las palabras correctas para motivarte: ¡Mucha Fibra Pendejos!
Esas fueras sus palabras. Luego vino la venganza.
El capitán Homero viene circulando en su vehículo y de repente, aparece junto a él una patrulla. El militar le hace un ademán con el brazo derecho a los policías.
Acto Seguido.
Los placas detienen al Capitán Homero.
-Soy capitán del ejército mexicano y tengo amigos importantes.
-Me vale madre quien sea usted.- responde el policía. -Nos va a acompañar.-
El Capitán Homero pasó unas horas en la cárcel.
Al día siguiente, el militar busca al policía que lo metió a la cárcel y lo lleva al cuartel. Lo golpea. Lo amarra a la parte trasera de su auto. El vehículo empieza a dar vueltas sobre un terreno muy amplio sin pavimentar, arrastrando al policía. El pobre individuo empieza a sangrar.
El Capitán detiene su automóvil. Se baja a decirle algo al hombre bañado en sangre y casi inconsciente.
-Pinchi policía. Sólo tienes dos neuronas: La hüevona y la pendeja.
¿Cuál fue la que usaste cuando me llevaste a la cárcel?
No fue la hüevona, ¿verdad pendejo?
El policía no responde. El capitán Homero lo desamarra y empieza a patearlo. La cabeza del otro sólo se mueve de un lado para otro, como muñeco de trapo.
- Para la otra te mato, pinchi policía vale verga.
Se dice que los policías ya conocen la historia, y se quedan pensativos cada vez que alguien les menciona el nombre del Capitán Homero. Un hombre que siempre tiene las palabras correctas para motivarte: ¡Mucha Fibra Pendejos!
Comentarios